Gijón Impulsa sacará a concurso la estrategia de ampliación empresarial en los nuevos terrenos de la Pecuaria y los futuros de la finca de La Formigosa

El año 2019 sentará las bases del futuro del Parque Tecnológico con vistas a su desarrollo, tanto físico como empresarial, para los próximos tres decenios. Gijón Impulsa diseña desde hace meses un plan de trabajo que reafirme las posibilidades de la Milla del Conocimiento y explore al máximo las iniciativas que ofrecen las empresas vinculadas a las nuevas tecnologías en todos sus diversos ámbitos. El momento y la oportunidad, se entiende, no pueden ser mejores. El actual Parque Científico ha llegado a un máximo de desarrollo. El continuo crecimiento de las empresas ha cubierto la práctica totalidad de su terreno, hasta el punto de que quedan solo siete parcelas por vender, tres de las cuales están en vías de hacerlo en los próximos meses. Es el momento, valoran, de dar un paso hacia delante y explorar nuevas posibilidades empresariales y, a la vez, desarrollar los terrenos de la prevista ampliación ubicados al norte de la avenida de la Pecuaria, donde se ubicaba la antigua instalación ganadera y, también, la finca de La Formigosa, todavía propiedad de la Seguridad Social y en vías de ser adquirida por el Ayuntamiento. Esas son las dos líneas de trabajo. El objetivo: diseñar y ejecutar los medios necesarios para que Gijón se consolide, con vistas a los próximos treinta años, como un referente nacional de empresas vinculadas con la denominada ‘sociedad del conocimiento’.

El primer paso, sin duda, es disponer de una infraestructura capaz de albergar las futuras empresas, adecuada a las nuevas demandas, en clave de oficinas, naves, laboratorios, espacios de coworking y otros. Se da por seguro que el concepto de empresa cambiará de forma y de pautas de trabajo, con lo que se hace necesaria una adaptación. Los edificios del futuro parque ampliado serán, con toda probabilidad, más horizontales, con servicios comunes, espacio de trabajo compartido y menos, muchos menos, despachos. Aunque sea como una herramienta de trabajo, Gijón Impulsa ya dispone de una infografía que dibuja, sobre el nuevo espacio, los grandes objetivos. Allí están los 90.000 metros cuadrados que ocupaba la antigua Pecuaria que, con toda probabilidad, serán los que protagonicen la primera fase de ampliación del Parque Tecnológico. La finca ya es de propiedad municipal y su desarrollo urbanístico está solo pendiente de la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación. Por ello, los plazos son complicados de concretar, pero la previsión de Gijón Impulsa es que pueda estar operativa para 2020.

Aprobar el PGO, clave

En cuanto a la finca de La Formigosa, clave para el desarrollo de la ampliación del Parque Tecnológico, aún es de propiedad de la Seguridad Social. El Ayuntamiento de Gijón mantiene diferencias económicas para su adquisición, aunque se da por hecho que la aprobación del PGO, con la consideración de terreno específico para desarrollo empresarial contribuirá a rebajar las pretensiones económicas de la Seguridad Social y acercará un acuerdo final para su venta.

De esta forma, el terreno para la llegada de nuevas empresas, a corto plazo, parece garantizado. Queda, entonces, definir el modelo de empresa que allí tendrá cabida. Aquí entra en juego la denominada ‘Estrategia de ampliación del Parque Científico Tecnológico de Gijón’. Se trata de un estudio que, entre otras cuestiones, dibuje y detalle «una hoja de ruta basada en el aprendizaje de las mejores experiencias en el ámbito internacional y la potenciación de infraestructuras, equipamientos y servicios demandados, que configuren el modelo de expansión del Parque, maximizando las prestaciones que como ecosistema de innovación debe cubrir». Su elaboración será externa. Desde Gijón Impulsa se marcarán las pautas, pero los aspirantes a su redacción deberán de acudir al concurso que, con estos efectos, será convocado, con toda probabilidad, antes de finalizar este año. El estudio deberá de señalar las necesidades y oportunidades «que configuren el mejor escenario posible para la atracción de empresas clave que puedan elegir este emplazamiento como estratégico».

Análisis con expertos

Se dispondrá de ocho meses y el trabajo no parece que vaya a ser sencillo, a tenor del nivel de exigencia previsto en el boceto de las bases. Llama la atención que, además de definir estrategias, formas de atracción de empresas, tipologías de incentivos, especializaciones y servicios, entre otros conceptos, se pretende llevar a cabo un análisis interno para «identificar las debilidades y las fortalezas» del actual Parque Científico, con sus infraestructuras, recursos y servicios.

En el posterior debate del mismo se pretende contar con un amplio grupo de trabajo de «personas relevantes del ámbito local y supralocal». En suma, analizar lo actual para crecer en el futuro sentando las bases del desarrollo tecnológico de Gijón para los próximos treinta años.

Pablo Arboleya

Pablo Arboleya

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