
Las primeras jornadas sobre movilidad urbana de la cátedra Milla del Conocimiento analizan los costes de los vehículos eléctricos
La movilidad eléctrica no es un futurible: ya forma parte del presente de las urbes modernas. Y pasa no solo por ser limpia sino también sostenible. Las primeras jornadas sobre movilidad urbana de la Cátedra Milla del Conocimiento Gijón Smart Cities, celebradas ayer en la Escuela Politécnica de Ingeniería, hicieron patente el cambio de paradigma que está viviendo el transporte urbano.
Ya en la apertura del foro, el concejal de Movilidad, Esteban Aparicio, advirtió acerca de la transición vivida en los últimos años. «El nuevo concepto de movilidad no tiene nada que ver con lo que se entendía antes». Y en este escenario en el que la movilidad eléctrica y sostenible toma cada vez más peso, aseguró, el cruce entre tecnología aplicada en las empresas y el saber universitario «debe ser trasladable a la sociedad, que ha de implicarse en este cambio ya que sino no podremos avanzar». Sin movilidad, resaltó, «no habrá economía».
En este sentido, Montserrat Fernández Arduña, representante de Gijón Impulsa, incidió en que «la movilidad eléctrica resulta estratégica para el desarrollo económico de nuestro municipio». A su juicio, «Gijón tiene el tamaño perfecto para diseñar proyectos que nos acerquen a una movilidad urbana limpia e integradora, además de una gran agilidad a la hora de poner en común recursos y múltiples agentes». «Es el momento de la movilidad eléctrica», ratificó Marta María Hernando, vicerrectora de Recursos Materiales y Tecnológicos de la Universidad de Oviedo. «La Universidad debe ofrecer alternativas y, por ello, estamos inmersos en varios proyectos destinados a desarrollar nuevas estaciones de carga».
Durante las jornadas, nueve ponentes de empresas, de la Universidad y administración local disertaron sobre el desarrollo del vehículo eléctrico y la implantación de nuevos modelos de negocio relacionados con la electro-movilidad. Además, analizaron los costes de esta movilidad alternativa respecto a la convencional y llegaron a la conclusión de que aunque el coche eléctrico implique una mayor inversión inicial el coste de operación es más sostenible. Como muestra, un botón. Según Antonio Pérez de Lucía, «cien kilómetros cuestan una media de 2,70 euros».